Leipzig.- Zinedine Zidane, que cumplirá 34 años el viernes, día del decisivo encuentro Francia-Togo para el que está suspendido, tendrá que esperar un regalo de sus compañeros y que clasifiquen a los Bleus a octavos de final, para poder jugar un partido más y despedirse de una manera digna, reseñó AFP. Para el equipo de Francia todo se derrumbó en los últimos diez minutos ante Corea del Sur en Leipzig, cuando los asiáticos lograron empatar (11). Una verdadera catástrofe que, entre otras cosas, determinaría que "Zizou" no alcance su 105 selección, y que el del domingo haya sido su último encuentro como profesional. El armador de juego francés, correcto hasta el momento, vivió una auténtica pesadilla. En el minuto 81 igualó Park Jisung, y en el 85 recibió una merecida tarjeta amarilla, sinónimo de suspensión para el próximo duelo, y en el 91 fue sustituido por el franco-argentino David Trezeguet, por lo que ZZ lanzó una mirada fulminante al entrenador Raymond Domenech, mientras con rabia lanzaba el brazalete de capitán al suelo cuando dejaba el terreno de juego. Ante los africanos, Francia tendrá que ganar sin su inspiración en el mediocampo, puesto que ya había recibido otra advertencia ante Suiza. "En ningún momento pensé que éste pudiera ser mi último partido (...) Siempre es triste empatar", dijo a una cadena de televisión, puesto que no compareció ante la prensa. "Tendremos que sufrir hasta el final", agregó. El probablemente más que el resto, porque en Colonia estará, para el juego ante Togo, en el banco de suplentes. Corea del Sur es un rival decididamente nefasto para "Zizou". El 26 de mayo de 2002 se lesionó el muslo izquierdo en un amistoso contra el equipo anfitrión junto a Japón. "Haremos todo lo posible para que este Francia-Corea no haya sido su último partido", diría luego Lilian Thuram, quien había llegado a su 116 selección.