Kaiserslautern.- La selección de Paraguay intentará despedirse hoy del Mundial con un triunfo sobre el entusiasta equipo de Trinidad y Tobago, que hará lo posible por vencer y, con suerte en el otro partido del grupo B, lograr el pase a los octavos de final. Paraguay llega al último encuentro de la primera fase con derrotas ante Inglaterra y Suecia, cuando su afición se había acostumbrado a verlo en la segunda ronda (como sucedió en Francia y Corea-Japón). Trinidad y Tobago llegó como principal candidato al último puesto, pero se presenta al choque con los suramericanos con un punto del empate con Suecia y posibilidades matemáticas de clasificación. Por lo tanto, el equipo que entrena el veterano técnico holandés Leo Beenhakker se entregará en el campo en busca de una hazaña histórica (que también lo sería terminar como tercero del grupo) para esa isla caribeña de apenas 1,1 millones de habitantes. Para Paraguay ganar el encuentro es una cuestión de orgullo. Un triunfo serviría para maquillar un poco el fracaso de la campaña mundialista. El seleccionador de la "albirroja", el uruguayo Aníbal "Maño" Ruiz, muy criticado en Paraguay por su exceso de conservadurismo que él rechaza, ya anunció que jugarán todos los titulares que estén en condiciones físicas, con la única inclusión táctica del volante Julio dos Santos por Cristian Riveros, reseñó Efe. Aunque los paraguayos aseguran que han superado anímicamente la temprana eliminación, Trinidad está mucho más motivada, lo que debe reflejarse en el juego. No obstante, Paraguay todavía mantiene un sistema defensivo muy consistente con los veteranos Carlos Gamarra y Julio Cáceres en el centro de la zaga, y los medios Roberto Acuña y Carlos Paredes, a quienes se les unirá el joven Edgar Barreto, en sustitución de lesionado Carlos Bonet. Mientras, Beenhakker confía en que sus delanteros Stern John y el capitán Dwight Yorke lleven al equipo al triunfo.