Herzogenaurach.- "Es horrible ser tan famoso como Maradona", dice Jorge Valdano. En realidad cuesta creer las palabras del ex compañero de selección de la leyenda del fútbol argentino, dijo DPA. Porque Diego Maradona transforma el Mundial en su propio escenario. Disfruta que lo celebren como entonces, su doble confunde hasta a los jugadores del actual seleccionado argentino, e incluso viola los límites de velocidad alemanes al volver de ver un partido. Dos décadas después de su actuación gloriosa en la conquista del segundo título Mundial de Argentina y el legendario gol de "la mano de Dios" contra Inglaterra, Maradona se encuentra donde le gusta estar, rodeado de público. La vida de Maradona está rodeada de grandes y pequeños escándalos. En el rubro de "incidentes menores" se puede encuadrar el último incidente. La policía alemana detuvo la "van" en que viajaba el astro con su ex mujer Claudia y su hija Giannina por exceso de velocidad en un sector en obras de una autopista. Conducía a 120 kilómetros por hora en lugar de los 80 permitidos. Pagó los 95 euros (120 dólares de multa) y pudo seguir camino al hotel tras la espectacular victoria de 6-0 de los argentinos sobre Serbia y Montenegro en Gelsenkirchen. El asunto terminó allí, confirmó un portavoz policial. Pero Maradona también tiene deberes en el Mundial. Trabaja de comentarista para un canal español de televisión. Y tiene otra función muy importante, la de alentar al equipo argentino con el duodécimo jugador y todo por el honor.