CARACAS, lunes 19 de junio, 2006 | Actualizado hace
Hamburgo.- Acostumbrada a verse invadida
por aficionados ruidosos y espectaculares desfiles de colores,
Hamburgo vivió hoy una celebración más sosegada,
con motivo del partido que disputaron Arabia Saudí y
Ucrania, con el se que cerró la primera fase en esta
sede del norte de Alemania.
No hubo el clamor de las "barras bravas" argentinas, que
hicieron resonar sus cánticos por todo Hamburgo desde
primeras horas del 11 de junio, cuando la albiceleste debutó
contra Costa de Marfil, y que estallaron de júbilo con
los goles de Hernán Crespo y Javier Saviola.
Tampoco la mezcla de colores amarillo, rojo, azul y blanco
que compuso el cuadro del Ecuador-Costa Rica, el pasado jueves,
en un partido en el que ambas aficiones encontraron un grito
en común, "Sí se puede", que cada una adaptó
a sus circunstancias.
Hasta Hamburgo, llegó hoy la tranquila afición
ucraniana, que se desplazó al estadio en familia, con
numerosos niños en la comitiva, y recibió el apoyo
de media docena de escoceses, ataviados con el "kilt" (falda),
la bandera amarilla y azul anudada al cuello y abundante cerveza
como imprescindible extensión de sus brazos.
También la curiosa hinchada saudí, que arribó
al estadio agrupada en autocares con la inscripción "Los
hijos del Desierto Tour 2006" compuesta totalmente por hombres,
que pasaron de largo ante los puestos de bebidas alcohólicas,
punto de reunión de las anteriores aficiones, pero no
desdeñaron echar un vistazo a las seguidoras del conjunto
rival.
Mayoritaria la afición ucraniana, con unos 4.000 seguidores
frente al millar de árabes, se hizo notar más en
el Aol Arena, en el momento en el que Mohammed Noor puso a
rodar el balón.