Rafael Dudamel

Pura magia

Valió la pena esperar. 15 minutos le fueron suficientes para poner el sello original Lionel Messi. Ya se había destacado en su equipo, Barcelona, para llevarlo a la final de la Liga de Campeones, pero existía la duda de cómo reaccionaría en una cita mundialista. Se lesionó y tuvo que esperar para debutar, pero al ingresar en la cancha demostró una tranquilidad difícil de encontrar en un jugador de su edad, y además exhibió un control de juego que parecía como si estuviera jugando en el barrio.

Su ubicación en la cancha y la perfección mostrada en cada pase hacía parecer que ya había jugado tres mundiales. Este joven talento tiene ese don de figura. Por esa razón, ha sacado ventaja rápidamente sobre el resto de los candidatos en la disputa por ser el mejor jugador joven del Mundial. Su talento es tal que en esos 15 minutos que estuvo en cancha pudo opacar a los demás jugadores, incluso a un siempre genial Riquelme. No en vano los argentinos ven en él al nuevo Maradona. La otra cara de la moneda la muestra el portugués Cristiano Ronaldo, quien se excede en el individualismo queriendo mostrar todos sus dotes y cualidades futbolísticas, algo que no gusta del todo al resto de sus compañeros de selección. Messi está llamado a ser no sólo el jugador más joven sino el mejor del Mundial Alemania 2006. Tenía tiempo que no veía a un jugador con esa potencia física e irreverencia para ganarse un puesto en una selección, y lo está haciendo con imponencia nada más y nada menos que con Argentina. Prepárense para disfrutar.