Colonia.- Ghana consiguió su primer triunfo en un mundial, y nada menos que ante el equipo clasificado segundo en el ranking de la FIFA. Con un motor incansable en el mediocampo, gacelas en todas las líneas, y un Gyan Asamoah triturador de atacante, los africanos derrotaron ayer 2-0 a República Checa. Ambos tienen tres puntos en una llave que completan Italia y Estados Unidos. Los checos cierran el jueves frente a Italia, y Ghana el mismo día contra los norteamericanos. Asamoah marcó el gol más rápido del campeonato, cuando se acomodó cerca de la medialuna, recibió un centro desde la izquierda con el pecho y remató. Iban 1.08 minutos. También dio el pase para el segundo, un cañonazo de Sulley Muntari al ángulo del primer palo a los 83 minutos que dejó de espectador de primera fila al portero Petr Cech. El delantero del Udinese incluso se dio el peligroso lujo de errar un penal a los 66 minutos, estrellando el balón en el poste izquierdo de Cech. La falla fue una de las pocas pifias del atacante, que burló a su antojo a la zaga y arañó los palos en varias ocasiones. Cech también aportó su grano de arena para negarle otro gol, atajando al menos cinco disparos con olor a gol en el último cuarto de hora. El segundo tiempo fue un sube y baja, con unos checos empeñados en el empate, y Ghana que lejos de refugiarse buscó aumentar la diferencia. República Checa se quedó con uno menos a los 65 minutos por la expulsión de Tomas Ujfalusi, que recibió tarjeta roja directa por la regla del último hombre al tirar al piso a Asamoah en momentos en que al ariete sólo le restaba superar al guardameta. Los checos no contaron con su delantera titular, Jan Koller y Milan Baros, lesionados, y Pavel Nedved y Tomas Rosicky no lograron repetir la magia del triunfo 3-0 sobre Estados Unidos en su debut. Ghana perdió su primer partido 2-0 ante Italia, recordó AP. El guardavalla africano Richard Kingston preservó su arco en el choque de ayer con dos espectaculares atajadas en los descuentos contra envenenados cabezazos de los checos. El primer tiempo ya pintaba de función estelar. República Checa se volcó al ataque después de caer abajo, y Nedved tuvo un remate peligroso cuando se cumplían los primeros 12 minutos. Su compañero Karel Poborsk, a la media hora, arañó el segundo palo con un fuerte disparo. La acción era de ida y vuelta, con Ghana llegando en velocidad con largos pases, y los checos en pases cortos. Pero finalmente, fue el poderío africano el que puso más que la táctica europea.