CARACAS, domingo 18 de junio, 2006 | Actualizado hace
La jornada de ayer se vio manchada por la rudeza en el contacto físico, que derivó en expulsiones. Entre los tres encuentros los árbitros sacaron tres tarjetas rojas. La peor de todas las faltas, y de allí su merecida expulsión, fue la del mediocampista italiano De Rossi, quien propinó un codazo brutal en el rostro al estadounidense Brian McBride, haciéndole sangrar. De Rossi dejó a Italia con 10 jugadores obligando a su selección a ser más precavida en defensa de lo que ya es por naturaleza.