Hannover.- México dejó el trabajo por hacer ante Angola y tendrá que completarlo ante Portugal, después de empatar ayer sin goles, presa de sus propias imprecisiones ante un equipo africano empeñoso. El equipo del argentino Ricardo La Volpe jugó un partido muy irregular, con escasas fases de buen juego, pero sobre todo cegado de cara a portería. Ninguno de los delanteros que alineó a lo largo del choque fueron capaces de batir a Joao Ricardo, héroe de su equipo, con un estadio lleno con 43.000 espectadores, la mayoría mexicanos, reseñó DPA. México espera el PortugalIrán hoy. Si los lusos se imponen estarán ya en octavos de final, y obligarán a los mexicanos a empatar al menos en el choque que mide a ambos el miércoles para evitar agobios. La Volpe había dicho que no quería unos primeros 45 minutos tan grises como ante Irán, y lo que obtuvo fueron 45 segundos frenéticos en el arranque. A los quince segundos Bravo no llegó por milímetros a un balón prolongado por Franco, y cuando aún no se había cumplido el minuto, Salcido disparó rozando el larguero. El gol no se consiguió, pero México prometía. El centro del campo era de Pardo y Torrado, y en el ataque Franco se fajaba con bravura con los defensas. Sin embargo, y pese a la inclusión de Sinha en el once inicial, algo no funcionaba, y México sólo volvió a crear peligro en la primera parte con una falta botada por Márquez en el minuto 15, que se estrelló en el poste tras rozar en la barrera, y con un remate forzado de Franco al borde del descanso que rechazó el arquero. Los angoleños se desperezaron y tocaron con velocidad el balón, pero el planteamiento conservador de su entrenador, Luis Oliveira Gonalves, los lastró: Akwá, el capitán, era el único delantero y se las tenía que ver con tres defensas. Todo comenzó igual en el segundo tiempo, y como ya ocurrió ante Irán, La Volpe decidió ir por el triunfo. Quitó a Sinha, muy apagado todo el choque, y puso a Jesús Arellano como tercer delantero. La táctica estuvo a punto de darle resultado cuando en el minuto 55 Franco se quedó solo ante Joao Ricardo, pero el arquero le adivinó la intención. Arellano recogió el rechace y remató flojo y un defensa despejó sin problemas. México cada vez se volcaba más guiado por Márquez, pero el gol no llegaba. Lo tuvo Bravo con un rebote de la defensa angoleña, pero su inocente remate fue mansamente a las manos de un Joao Ricardo erigido en héroe de su equipo. Ni siquiera la expulsión de Andre (segunda tarjeta amarilla, minuto 79) facilitó las cosas. Fonseca dispuso de una ocasión en el minuto 82, pero su remate se fue desviado.