El momento de un partido y la belleza de una jugada alcanzan el éxito con la habilidad y provocan que se unan en un sólo grito para festejar ese monento.

Los 16 encuentros de la primera ronda han sido disfrutados por 822.605 espectadores, quienes sólo han visto 46 goles, que representa un bajo promedio por partido. Los equipos que más han saboreado el gol son la furia española que marcó cuatro tantos frente a Ucrania en Leipzig y la República Checa anotó tres ante los Estados Unidos.

La emoción se ha visto apagada, el caso más emblemático ha sido el del espigado inglés Peter Crouch, quien, es conocido como el "robot Crouch" a causa de la manera que tiene de celebrar sus tantos, pero en esta oportunidad dejó a muchos esperando por el festejo.

Alemania ha brindado partidos indescriptibles. Ya son muchos los goles inolvidables. Hay variedad en las expresiones de alegría, cada jugador celebra diferente y en muchos casos se convierte en un ritual.

Hay futbolistas que muestran sus alabanzas al Todopoderoso, otros besan el engramado como señal de agradecimiento, el afecto entre los jugadores se hace presente con abrazos y besos. Hay individualidades que hacen del gol una fiesta personal, otros bailan al ritmo de una música folclórica.

En el fútbol nada está escrito al punto que la máxima emoción del gol nos hace olvidar cualquier error.