JAVIER BRASSESCO EL UNIVERSAL

Inglaterra estuvo a menos de diez minutos del fiasco, pero al final fue salvada por uno de sus hombres más inefectivos en todo el partido, que se reivindicaba así de hora y media de ocasiones desperdiciadas: Peter Crouch, quien a siete minutos del final rompió un empate a cero que amenazaba con hacerse eterno. De esta forma, los ingleses aseguraron su clasificación a octavos de final, y con Suecia definirá en el último partido el primer lugar del grupo, para lo cual a los ingleses sólo basta un empate. Pero no fue tan fácil como podría indicar el marcador de 2-0. Corría el minuto 83 y Beckham lanzaba su enésimo centro al área, uno que por fin encontró destinatario. Allí estaba el gigante Crouch, a quien lo que le falta en calidad lo compensa a punta de empeño, para batir por fin a los obstinados trinitarios. Después, ya en el descuento, Gerrard se encargó de maquillar el marcador con un zurdazo desde el borde del área, pero eso fue casi que anecdótico. Porque lo importante es que Inglaterra, tal vez la selección más favorita para ganar el Mundial después de Brasil, sigue sin demostrar gran cosa. El mediocampo es espeso, sin ideas, sin nadie que genere algo de juego, indigno de un equipo que tiene allí al Balón de Plata y de Bronce del año pasado (Frank Lampard y Steven Gerrard, respectivamente). Pero lo más alarmante es la delantera, ahí donde está un Owen sin ritmo y un Crouch que lucha denodadamente por sobreponerse a sus evidentes carencias. Es urgente que Rooney, quien jugó durante media hora y siempre cuidándose mucho, termine de recuperarse de una vez por todas. Otra carencia inglesa es su portero, el inseguro Robinson. Menos mal que al menos en el centro de la zaga, para compensar, está John Terry, quien salvó un gol hecho despejando en la raya de gol y luego cortó un pase mortal de Birchall. El inglés es un equipo que de a ratos deja ver que tiene muchísimo más de lo que muestra. Lampard es una amenaza constante y tiene un disparo potentísimo, pero no está fino. Así que Gerrard, mientras llega Rooney, es el mejor del equipo inglés. Pero el mediocampista está sometido a una posición (en el centro de la contención) en donde no tiene movilidad, y ahí es difícil demostrar nada. Y el equipo no puede jugar teniendo como referencia a alguien como Crouch. Son detalles que pueden convertir al gran equipo de Inglaterra, con todo y que ya pasó a octavos, en una de las grandes decepciones.