ESTEBAN ROJAS

EL UNIVERSAL

Sí, la selección ecuatoriana clasificó por primera vez a los octavos de final de la Copa del Mundo y se convierte en la primera gran revelación de Alemania 2006. Ecuador grita con todas sus fuerzas que es verdad: "¡Sí se puede!". El grito de guerra que acompaña al equipo de Luis Suárez dejó de ser una simple frase para hacerse realidad. El equipo suramericano ocupa la primera posición del Grupo A sobre el combinado anfitrión, uno de los principales favoritos y su rival del próximo martes para cerrar la primera ronda. Y despierta respeto. Porque Ecuador desplegó su mejor juego ante una Costa Rica que se vio totalmente superada por un grupo que demostró calidad, contundencia para aprovechar cada oportunidad y, sobre todo, oficio, ese carácter para manejar un resultado favorable que tienen en común los grandes. Temprano se conoció que Ecuador iba en serio, que el triunfo del debut contra Polonia no fue suerte sino cuestión de méritos. Carlos Tenorio necesitó poco tiempo para adelantar a los tricolores y fue entonces cuando estos demostraron todas sus cualidades, desesperando a una impotente Costa Rica que, aunque trataba de lanzarse al ataque, siempre era detenida. El portero Christian Mora, con su rostro pintado con el amarillo, azul y rojo de su bandera, era casi un espectador más. Ecuador no se limitó a acumular defensas en su propia área, sino que tocaba sin descanso en el mediocampo cada vez que recuperaba el balón y le bajaba el ritmo del juego, justo lo que le convenía. Los costarricenses avanzaban, pero no lastimaban. Y fueron los ecuatorianos los que estuvieron a punto de aumentar la ventaja. Casi se van al descanso con un 2-0 a favor, pero Agustín Delgado falló un gol prácticamente cantado cuando ya el árbitro se disponía a mandar el juego al descanso. Cuando Costa Rica comenzaba a amenazar de verdad al inicio del segundo tiempo, apareció "Tin" Delgado con un gol que lanzaba al vuelo las esperanzas, un golpe demasiado fuerte para los "ticos" y un desaparecido Wanchope. Ecuador pasó a controlar por completo y los brazos del contrincante cayeron. El entrenador Suárez pudo haber mandado a sus hombres a retroceder. Ya era suficiente. Pero no. Ecuador siguió manteniendo las riendas. El último suspiro de Costa Rica sirvió para que Saborio estuviese muy cerca del gol de la honra, pero hasta la suerte estuvo con los ecuatorianos, como casi siempre pasa con los que hacen las cosas bien. El "Tin" Delgado volvió a imponerse cuando desde el mediocampo abrió para Edison Méndez, quien centró para que Iván Kaviedes cerrara el marcador con un gol de alta factura. Siempre se ha dicho que el éxito de Ecuador en la zona de clasificación de Suramérica se debe a sus partidos en Quito _2.850 metros sobre el nivel del mar_, pero desde ahora se tendrá que decir que la altura no está solamente en su capital, sino también en su nivel.