Berlín.- El atacante brasileño Ronaldo no encuentra la paz tras su decepcionante debut en el Mundial Alemania 2006 en la victoria frente a Croacia (1-0) y agregó una nueva perla a su cadena de conflictos, reseñó AFP. Ronaldo fue titular el martes, pero su labor fue intrascendente y duramente criticada por medios de su país y extranjeros. Todos esperaron en vano que en su centésimo juego y cuarta Copa con la "Seleao" anotara un gol para superar al "Rey Pelé" como máximo artillero auriverde en mundiales (12). Apenas un chance claro enviado afuera, pelotas divididas perdidas, caídas, desconexión, fue lo que un estático Ronaldo mostró ante 72.000 aficionados, que le silbaron al ser reemplazado por Robinho. Tras la derrota, el defensa croata Robert Kovac dijo que ya había enfrentado a Ronaldo varias veces, aunque "fue muy fácil marcarle esta vez". Pero la actitud de Ronaldo _acompañada por los astros Ronaldinho Gaúcho y Adriano_ tras la derrota fue también muy criticable. Dejaron esperando largo rato a la prensa y huyeron por otra puerta. "¿Quién va a responder por eso?, eso no puede ser, es de adolescente", despotricó un periodista brasileño. Casi protegiéndose de lo que se avecinaba, Ronaldo dijo el día antes que "quizás no esté todavía para jugar los 90 minutos". Pues esto lo comprobó y la mayoría cuestiona su titularidad. Sin embargo, el técnico Carlos Parreira aún le concede crédito y ya ratificó que estará el domingo próximo ante Australia. "El equipo ya está definido e incluye a Ronaldo como titular. Precisamos que Ronaldo adquiera ritmo de partido, y no podrá hacerlo si no juega", dijo el estratega, quien recordó que estuvo seis semanas inactivo por una lesión muscular además de las ampollas en sus pies. La relación de amor que los hinchas y periodistas brasileños tenían con el crack cuando brillaba en el Real Madrid ya se esfumó. Hoy todos reclaman contra él y sus "kilos de más", como él reclama contra todos. Cuando los equipos volvían del entretiempo en el Olímpico y Ronaldo llegó último, con trote cansino, un periodista en el palco dijo en voz alta: "Claro, demoró porque todavía estaba comiendo su hamburguesa". Esa parece ser la visión que hoy existe del devaluado "fenómeno". Días antes del debut el ariete había dicho: "Estoy listo para cualquier sacrificio que ayude al equipo". Pues lo que muchos le piden hoy es ir al banco y dejar su puesto a otro como Robinho.