GIAN PIERO ROVAGNATI G.

EL UNIVERSAL

Ecuador podría consagrarse hoy como la primera sorpresa del Mundial y sellar su boleto a octavos de final si logra vencer a Costa Rica en el partido que se jugará por el Grupo A en Hamburgo. El debut de la tricolor no pudo ser mejor. Segundo Mundial y listo, se apuntaron un huequito en los libros: un grato regalo para su pueblo, su segundo triunfo en la máxima categoría. Como lo quieran ver pero de que es un grato recuerdo lo es. Ahora partiendo de que el presente es presente y el pasado es pasado hay que saber que el Ecuador-Polonia (2-0) ya es historia. Hoy los suramericanos encaran un nuevo reto de cara a cumplir sus expectativas: clasificar a la segunda fase. En la otra esquina con un peso de tres mundiales y tres partidos ganados en ellos, un rival no menos soñador. Costa Rica ya ha visitado esos pasajes, se paseó por allí en su debut mundialista de Italia 90 cuando clasificó a octavos de final y luego fue aplanada 4-1 por la ya desaparecida Checoslovaquia. Esta vez los ticos la tienen cuesta arriba, aunque no se desmoralizan por el 2-4 que le endosó Alemania y más bien se siente confiados gracias a la efectividad de su delantero César Wanchope. Además con ganas de rascar esa piquiña que quedó tras hacer un buen Mundial en el 2002 y no clasificarse a la segunda fase por 3 goles de diferencia que lo separaron de Turquía. Por su parte Ecuador podrá meterse en el bolsillo el tan anhelado boleto a la gloria. En el fútbol hay una máxima que reza: "alineación ganadora no se cambia". En consecuencia Ecuador debería repetir los mismos jugadores. Mientras que en Costa Rica, sale el lesionado Gilberto Martínez (sustituído por Sequeira) y otros cambios tácticos que el técnico se reserva. Un duelo inédito en los mundiales está por comenzar. Ecuador quiere labrar su propia historia en suelo teutón y demostrar que no sólo es capaz de ganar en la altura. Los ticos desean rememorar aquel paso por suelos italianos cuando llenaron de esperanza a un país que nunca había vivido el fútbol con tanto furor. Al final el ganador: El Fútbol.