El delantero de Croacia Dardo Prso mostró su calidad humana cuando se acercó a un espontáneo, vestido con la camiseta de su selección, que invadió el campo en el estadio Olímpico de Berlín cuando faltaban pocos minutos para terminar el choque. Fue amable, le dio un abrazo y conversó brevemente con él hasta lograr persuadirle de que abandonara la cancha sin que tuviera que actuar el personal de seguridad, que no pudo controlarlo antes de que interviniera el jugador.