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(Foto AFP)
Kaiserslautern.- La selección de Australia
le hizo morder el polvo a Japón al vencerla por 3-1,
con tres goles en menos de 10 minutos sobre la hora de un
partido melancólico y sin brillo que puso en marcha
el grupo F del Mundial Alemania2006, reseñó Afp.
Los japoneses se habían puesto en ventaja con una
excéntrica anotación de Shunsuke Nakamura por
error del arquero Mark Schwarzer, en el minuto 26, hasta
que Tim Cahill igualó a los 84 y desniveló a
los 89 minutos.
La primera anotación de Cahill, tras recoger un
rebote en un revuelo en el área, fue el primero
para su país en los mundiales y con ese tanto abrió
el camino a una victoria que parecía inalcanzable.
En el segundo, Cahill volvió a aprovechar la
confusión japonesa, que se hicieron el "harakiri"
al dejarse encerrar bajo sus tres palos en el momento
decisivo.
Cerró la cuenta John Aloisi a los 90+3 con
un remate a quemarropa, al remontar sorpresivamente
un resultado que parecía inamovible.
"Al final se hizo justicia en este partido",
dijo el técnico Gus Hiddink, enojado porque
el árbitro no anuló el gol japonés
de Nakamura por falta.
"Creo que el árbitro agradecerá a
Dios por el resultado. Fue una clara falta contra
el arquero", añadió Hiddink, quien
se le vió gesticulando y gritando contra
el principal a lo largo de todo el encuentro.
Japón había logrado capear el temporal
de los ataques por oleadas que lanzaban los
australianos, con un sistema defensivo ordenado
y escalonado en el campo que le permitía
cubrir todas las zonas.
El objetivo del esquema ideado por el entrenador
brasileño Zico para sus "samurais azules"
era conseguir que un oponente encontrara
siempre un obstáculo que salvar antes
emprender un avance.
Cuando el resultado parecía clavado
por la incapacidad que habían demostrado
los australianos, llegó una marea
de goles sobre la hora.
"No hicimos nada tras adelantarnos
en el marcador. Tuvimos dos buenas oportunidades
en contragolpes, y si no aprovechas
tus ocasiones, suele pasar que el otro
equipo sí lo hace y por ahí
pierdes el partido", explicó el
técnico Zico.
El gol japonés tuvo un impacto
psicológico para Australia, que
se vio forzada a presionar aún
más en procura del empate, mientras
que obró como un bálsamo
para Japón.
La entrada de Cahill en la segunda
parte fue la llave que abrió
el candado japonés. "Hacer
el gol fue la guinda del pastel.
Cuando éramos niños soñábamos
una situación así y se
hizo realidad. Estoy muy feliz",
dijo el mediocampista.
Australia entro así, con
buen pie, en el Mundial y se perfila
como equipo a vencer.
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