Pablo Aimar, quien muchos creían que no sería
convocado por Pekerman, debutó en un Mundial al sustituir
a Riquelme en el minuto 92.
Quienes querían ver jugar a Messi se quedaron con las
ganas. No era el tipo de jugador para enfrentar a un conjunto
tan físico como el africano.
La zaga argentina, en especial la pareja de centrales (Heinze
y Ayala) se mostró muy solvente, salvo por algunos despistes
de Burdisso en el lateral derecho.
Hernán Crespo no se vio tanto porque hubo mucho roce
y contacto en la zona que jugó, pero aprovechó su
oportunidad.