GIAN PIERO ROVAGNATI G.

EL UNIVERSAL

Un escenario repleto en su mayoría por polacos, quienes representaban más de 70% de las tribunas, fue el marco para que los ecuatorianos mostraran al mundo que llegaron a Alemania para quedarse un buen rato. Los suramericanos dieron un paso dantesco en sus aspiraciones de clasificarse a la siguiente ronda del Mundial. En los primeros minutos del partido se observó lo que se esperaba, una lucha por imponer el estilo de cada uno de los protagonistas. Los ecuatorianos, con un juego paciente y táctico, hacían frente a la acostumbrada fuerza de los europeos, quienes poco a poco se desesperaron y entregaron la pelota al rival. Los de América no desaprovecharon los desaciertos del contrario y tras una jugada ensayada sumaron el primer tanto al marcador. Ulises de la Cruz sirvió un saque lateral a la humanidad del "Tin" Delgado, quien la peinó sobre el área chica, donde Carlos Tenorio definió de cabeza lejos del alcance del portero Artur Boruc. Desde ese momento Ecuador se hizo amo y señor de la redonda, limitando a Polonia a jugar al contragolpe. Minutos después, Delgado tuvo la oportunidad de definir el encuentro, pero la envió por encima del travesaño. Bajo esa tónica se desarrolló el resto del partido y pocas veces la tricolor se vio en apuros. A 10 minutos para el final, Delgado selló la victoria a lo grande y sentenció el 2 por 0 definitivo en el marcador. En los gestos de los fanáticos polacos se podía observar la decepción que vivían y sus caras indicaban que menospreciaban a Ecuador, un país que probablemente muchos ni sabían dónde quedaba. De seguro ya lo sabrán. Así los suramericanos se afianzan en el primer lugar del grupo A, dando una muestra de calidad, definición y buen fútbol; fórmula perfecta para obtener la clasificación.