Elche.- Iker Casillas es a sus 25 años uno de los porteros más respetados del mundo y un titular indiscutible en la selección española, donde también es segundo capitán. Vivirá su segundo Mundial, tras la agridulce experiencia de Corea-Japón 2002, y asegura que "hay motivos para confiar en la selección", reseñó DPA. Una de las virtudes de Casillas es su eterno optimismo y el triunfo por 2-0 ante Egipto mantiene su moral alta. _¿Hay ansiedad? _Sí, porque lo que quiere el jugador es que el Mundial llegue cuanto antes. _Este es su segundo Mundial. ¿Cómo recuerda aquel debut en el 2002? _No se me olvida. No estaba jugando en el Real Madrid y creía que no iba a ir. José Antonio Camacho me llamó tres meses antes y me tranquilizó. Fui titular, salieron muy bien las cosas y aquello fue un punto de inflexión en mi carrera. _¿Qué perdió España en ese Mundial? _Todo. Nos eliminó el anfitrión de una manera extraña, muy desagradable, con un arbitraje que mejor no recordar... Perdimos una oportunidad histórica porque nos hubiéramos enfrentado a Alemania en semifinales, y pienso que éramos superiores. Me doy de patadas cada vez que me acuerdo de ese Mundial. _¿Acuden al Mundial con expectativas más discretas? _España acude como "tapada" y eso es lo correcto. Hasta ahora no hemos hecho nada importante en un Mundial. _¿Qué se debe mejorar? _El acierto ante el gol, algo que no nos debe preocupar tanto, porque el juego está siendo bueno y sólo depende de entrar en la racha buena. Esperemos que lo de Egipto sea el comienzo de algo bueno. _¿Y qué aspectos invitan al optimismo? _Hay motivos para confiar. Estamos defendiendo muy bien. Si seguimos sin encajar goles, será una de las claves para avanzar en el Mundial.