Berlín.- El Mundial de Fútbol de Alemania
2006 es un monstruo dormido a punto de despertarse y rugir:
miles de aviones aterrizan en el país trayendo a jugadores,
entrenadores, dirigentes, periodistas y turistas que, apenas
pisan tierra, notan que casi todo está listo, menos el
calor de una primavera tan distante como sus países, reseñó
DPA.
Los alemanes, entretanto, buscan encender la pasión
de sus 82 millones de habitantes, profundos conocedores del
fútbol, pero aparentemente adormilados aún en el
largo fin de semana que hoy genera el feriado de Pentecostés.
"Necesitamos entrar en delirio", dice un parlamentario
socialdemócrata.
No hay que hacer mucho esfuerzo ni forzar en exceso las
cosas: es sólo cuestión de días para que
la pasión de un Mundial cubra Alemania de norte a
sur y de este a oeste, incluso en la ex Alemania comunista,
claramente desfavorecida en la distribución de sedes,
con sólo una de las doce.
Recorrer las calles de Berlín, capital del país
y sede de la final, permite hacerse una idea del espectáculo
que se avecina, y también del negocio que muchos
esperan hacer. Casi todo está vinculado al Mundial:
afiches de espectáculos artísticos que se
asocian con el color de Brasil y su fútbol, revistas
de economía que se las arreglan para presentar
un balón en su portada, dos botines (botas) de
fútbol de 20 toneladas junto a la Cancillería
federal, un miniestadio de fútbol frente al emblemático
Reichstag.
El Mundial se respira en el aire y en los medios
de comunicación alemanes se advierte también
una especie de acuerdo no escrito: hay que desatar
la euforia, hay que apoyar a la selección alemana,
hay que olvidar las críticas. Gracias al 30 del
viernes sobre Colombia, esa "campaña" es mucho
más sencilla de lo que aparentaba hace un tiempo.
"Podemos batir a todos", dice el técnico alemán,
Juergen Klinsmann.
Y mientras muchos ya se ponen a punto en Alemania,
otros aún no pisaron el país del Mundial.
Hoy aterrizarán Inglaterra y Australia, entre
otros, y mañana Holanda, Corea del Sur y Serbia
y Montenegro. España, el jueves, será
de las últimas en llegar a un Mundial que Argentina
ya prepara con intensidad en Herzogenaurach, sede
de la multinacional Adidas.
Quizás haga bien España en llegar a
último momento a la tierra del Mundial, quizás
para entonces tenga más suerte que aquellos
equipos y fans que ya recorren Alemania. El frío,
la lluvia y el cielo nublado vienen siendo la
tónica. Para muchos no es sorpresa, pero
para aquellos que sólo imaginan "calor" como
resultado de la suma fútbol+Mundial+Europa,
el día a día es duro y varias delegaciones,
entre ellas Ecuador como la más afectada,
han tenido que tomar medidas contra el resfriado
y el frío.
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