Manchester.- El príncipe Guillermo, segundo en la línea del trono británico, visitó sorpresivamente a la selección inglesa en los entrenamientos realizados ayer. Guillermo conversó con el artillero lesionado Wayne Rooney _que también presenció la sesión preparatoria_, el entrenador Sven-Goran Eriksson, el capitán David Beckham y el resto del equipo en medio del campo de entrenamiento del club Manchester United, reseñó AP. Rooney se perderá los partidos contra Paraguay, Trinidad Tobago y Suecia de la primera fase, y un estudio de su pie derecho el próximo miércoles determinará si podrá jugar en caso de que Inglaterra avance a la segunda ronda. Guillermo y los jugadores ríeron a carcajadas cuando el artillero Peter Crouch, de dos metros de estatura, repitió la "danza del robot", la manera como festeja sus goles. Crouch animado por sus compañeros, repitió los movimientos mecánicos que hizo el martes para festejar el gol que marcó a Hungría en un amistoso, que causó sensación en el país, con la constante repetición que hizo la prensa. La BBC rebautizó al delantero, desgarbado con sus 2,04 metros de altura, como "Robocop"; mientras que los diarios Sky News llamó a artistas hip hop para analizar el baile en cuestión; y The Guardian ofrece un curso para aprender los pasos de esa "ciberdanza", entre otros ejemplos de la pasión desatada. Tras repetir los gestos ante el invitado real, Crouch, de 25 años, dijo que "fue un poco surrealista pero que (al Príncipe) pareció gustarle". Guillermo, 23 años, aprovechó la visita para animar al técnico Eriksson, de cara a la participación inglesa en el Mundial de Alemania. El príncipe, quien es presidente honorario de la Asociación Inglesa de Fútbol y gran fanático de la selección y del equipo Aston Villa, asistirá al partido de estreno de Inglaterra ante Paraguay que se disputará el 10 de junio en Fráncfort por la primera fase de la Copa del Mundo. El secretario privado de Guillermo, quien estuvo en Fráncfort hace dos semanas para preparar la estancia del príncipe, ya había informado que el joven heredero no desea ser tratado de "su alteza real" en el estadio. "El viene como hincha de fútbol", así con estrechar su mano será suficiente.