JAVIER BRASSESCO

EL UNIVERSAL

El fantasma de las lesiones no ha abandonado jamás a Ronaldo, y a dos semanas del Mundial todavía sigue rondándole. En algún momento incluso se llegó a decir que "El Fenómeno" no estaría listo para participar en Alemania 2006, perdiendo la oportunidad de igualar a Gerd Müller como el máximo anotador histórico de los mundiales, una hazaña de la que al brasileño apenas le separan dos tantos. Que el problema muscular en su abductor derecho que le ha mantenido 45 días fuera de la canchas se extendería el tiempo suficiente como para arruinarle su chance histórico. Pero al parecer no fueron más que tremendismos, pues aunque el propio Ronaldo reconoce que no está al cien por ciento, el entrenador Parreira asegura que no sólo estará listo para el debut de los brasileños el 13 de junio frente a Croacia, sino que incluso ya está en capacidad de entrenarse normalmente con el resto del grupo. Sin embargo ayer, en la primera práctica del equipo brasileño en la ciudad de Weggis, Suiza, el delantero se limitó a correr a un lado de la cancha mientras sus compañeros hacían ligeros ejercicios. "Esto es como una pretemporada para mí y es normal que todavía no esté en mi mejor forma, pero confío en que estaré listo para el día del debut brasileño", dijo. Todo indica que es muy probable que suceda lo mismo que en el Mundial pasado, aunque a mucha menor escala. Ronaldo jugó el Mundial de CoreaJapón 2002 pocos meses después de volver a las canchas tras sufrir la lesión más terrible de toda su vida, cuando se partió el tendón de la rótula de la rodilla derecha. Estuvo diecisiete meses sin poder jugar y se temió por su futuro. Cuando reapareció, en septiembre de 2001, tuvo que salir de nuevo debido a un estiramiento muscular que le tuvo treinta días más inactivo. Pero cuando llegó al Mundial lo hizo en la mejor forma posible, y prueba de ellos son esos ocho goles que nadie hacía en un Mundial desde 1974. Fue nombrado mejor futbolista del año 2002 y consiguió un contrato millonario del Real Madrid, cuyos médicos estuvieron más de dos horas revisando su rodilla derecha. Ahora viene de una lesión mucho más leve pero lo suficientemente fuerte como para tenerlo 45 días sin jugar y para que se llegara a insinuar la posibilidad de que perdiera el Mundial. Pero todo está en orden, juran los médicos brasileños. "El Gordito" podrá ir tranquilo tras la marca de ese jugador alemán que, para seguir con las coincidencias, también llamaban "el pequeño gordo", aquel Gerd Müller que marcó al menos un gol casi que cada vez que se puso la camiseta alemana.